Los proyectos se deben cerrar de manera oportuna para gestionar el riesgo fiduciario, cumplir con las expectativas de los donantes, evitar extensiones costosas y permitir la transferencia oportuna de los activos para la sostenibilidad de los resultados. Cerrar un proyecto requiere la valoración del desempeño general, la calidad y las lecciones aprendidas, y el traspaso necesario para garantizar la sostenibilidad.