Una invitación a licitar se utiliza para adquirir bienes u obras con un valor de US$200,000 o más. Este método no requiere que los licitantes especifiquen la manera de producción, los enfoques técnicos o la gestión/la supervisión de las actividades requeridas. La invitación a licitar solamente solicita detalles sobre los costos para cumplir con las especificaciones precisas para los bienes. El método también puede utilizarse en la adquisición de obras de construcción o servicios que pueden definirse de manera cuantitativa y cualitativa.