Se considera establecido un caso (de represalia) prima facie cuando la información a la que tiene acceso la Oficina de Ética indica que es probable que exista una conexión causal entre la Actividad Protegida (definida abajo) y la acción perjudicial que se ha llevado a cabo, o se ha amenazado con llevar a cabo, contra la persona en cuestión. Cuando la Oficina de Ética determine que existe un caso de represalia prima facie, el asunto será remitido a la OAI para una investigación exhaustiva.